Papel de la Enfermería en la Toma y Manejo de Muestras

Pasando a los aspectos de la etapa preanalítica relacionados con la conservación y transporte de las muestras hacia el laboratorio, es necesario destacar que el profesional de enfermería o el personal a su cargo deben tener en cuenta que el objetivo primario para llevar a cabo un adecuado transporte es «mantener la muestra tan próxima a su estado original como sea posible, evitando el deterioro de la misma y minimizando el riesgo que afrontan quienes transportan la muestra(6)», esto último se consigue utilizando recipientes herméticamente cerrados y a prueba de filtraciones, de modo que se impida el derrame de la muestra durante su transporte y el contacto de esta con la piel o mucosas del personal que la manipula.

La mayoría de las muestras deben ser transportadas en recipientes estériles, excepto en algunos casos en los que pueden usarse recipientes limpios, como en el caso de las muestras de materia fecal, entre otros.

Otro aspecto importante a considerar es el tiempo recomendable para transportar las muestras al laboratorio. B. Forbes afirma que lo ideal es trasladarlas dentro de los treinta minutos posteriores a la recolección, mientras que para el transporte de las muestras que se retrasen más de treinta minutos es necesario utilizar medios especiales.(7)

Estos últimos facilitan la preservación de los microorganismos presentes en las muestras en tanto que llegan al laboratorio, ya que «su misión es aportar condiciones estables para mantener la viabilidad de los microorganismos y su número […] tienen propiedades químicas y nutricionales adecuadas para ralentizar el metabolismo de los microorganismo y permitir su viabilidad(8).» Algunos de los más utilizados son Stuart y Cary Blair, los cuales pueden emplearse con muestras obtenidas por hisopo (exudados) y muestras de materia fecal respectivamente.

Para la conservación de algunas muestras durante su transporte se puede hacer uso de sustancias que actúan como preservantes de las mismas, ciertos ejemplos los constituyen sustancias como ácido bórico, el polivinilalcohol y el formol, estas dos últimas utilizadas «para mantener la integridad de trofozoitos y quistes para el examen coprológico en materia fecal(9)» mientras que la primera se usa «en pequeña cantidad en recipientes para el transporte de muestras de orina cuando no ha sido posible transportarlas al laboratorio en menos de dos horas»(10)

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También es necesario resaltar la importancia del uso de anticoagulantes para el transporte de muestras tales como sangre, médula ósea y líquido articular, ya que estos impiden que los microorganismos queden agregados en coágulos.

En este aspecto L. Matas afirma que el mejor anticoagulante a utilizar es el polianetol sulfonato de sodio (SPS) a una concentración máxima de 0.025%, ya que algunas especies de Neisseria y algunas bacterias anaerobias son sensibles a concentraciones superiores; la heparina también es de utilidad, mientras que otros anticoagulantes como el EDTA y el citrato no deben utilizarse por no ser eficaces para la mayoría de microorganismos (11).

En relación a esto el profesional de enfermería debe tener muy claro si el tubo en que se debe depositar una muestra de sangre por ejemplo, requiere tener o no anticoagulante, ya que si la muestra se necesita para una prueba serológica éste debe tomar la precaución de depositarla en el tubo adecuado, que en este caso debe ser sin anticoagulante, para que así se pueda separar el suero de la misma; mientras que si la muestra se solicitara para realizar un hemocultivo, el tubo a utilizar si debe tener anticoagulante.

Un aspecto más que debe tener en cuenta el profesional de enfermería es el conocimiento de los criterios de rechazo de las muestras clínicas, de tal modo que pueda garantizar la llegada de la muestra al laboratorio bajo parámetros de calidad tanto en la recolección como en el transporte de la misma.

Algunos de los criterios por los cuales se rechaza la muestra son:

Información incompleta o mal diligenciada en el rótulo, el cual debe contener:

  1. Nombre del paciente.
  2. Número de historia clínica.
  3. Fecha y hora de recolección.
  4. Médico Solicitante.

Estos datos debe coincidir con la información de la solicitud médica, de tal forma que se pueda verificar y que proporcionen seguridad y certeza al profesional encargado del manejo de la muestra, La solicitud médica debe incluir además de la información presente en el rótulo, la siguiente:

  1. Edad o fecha de nacimiento del paciente.
  2. Sexo.
  3. Naturaleza y origen exacto de la muestra.
  4. Diagnóstico Clínico presuntivo.
  5. Uso de tratamiento con antibióticos.
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Cabe resaltar que, según Koneman, la información incompleta o mal diligenciada en el rótulo o solicitud médica no es suficiente por sí misma para rechazar y exigir la toma de una nueva muestra, sino que se debe contactar una persona responsable que pueda realizar las correcciones pertinentes.(12)

  • Muestras contaminadas con materiales extraños, bario, compuestos químicos aceitosos, entre otros y enviadas en recipientes limpios y que debían ser estériles; muestras enviadas en medios de transporte para aerobios y que se requerían en medio para anaerobios; muestras que llegaron al laboratorio a temperatura ambiente y que debían transportarse a temperatura de refrigeración (4º C).
  • Cantidad de muestra enviada insuficiente para la realización de las pruebas.

Normas de Bioseguridad en el Desempeño Profesional

Como ya se ha mencionado, la enfermería cumple un papel fundamental en la toma y manejo de las muestras clínicas, sin embargo y por su bienestar los profesionales de esta disciplina deben tener en cuenta importantes normas de bioseguridad para mantener y proteger su salud así como:

  • Manejar todo paciente como potencialmente infectado.
  • Evitar el contacto de piel o mucosas con sangre u otros líquidos corporales del paciente.
  • Aplicar normas de asepsia.
  • Utilizar elementos de protección personal que constituyen una barrera primaria: bata, guantes, tapa boca y lentes si es necesario.
  • Evitar la reutilización de material contaminado.

Según Santiago Estrada (13): Al hablar de bioseguridad, se deben resaltar también tres elementos determinantes en el proceso de la toma de muestras clínicas, además de algunas estrategias cuya práctica evita infecciones al trabajador de la salud y contaminación al ambiente:

  1. El agente o microorganismo con el que se va a trabajar, este requiere de buenas técnicas y prácticas seguras de laboratorio.
  2. Los ambientes tanto interno como externo del laboratorio o sitio de la toma de muestras, que implica un buen diseño y facilidades de la estructura física (barrera secundaria).
  3. El trabajador o profesional potencialmente expuesto, el cual debe llevar consigo un buen equipo de protección personal (barrera primaria).
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El personal de enfermería es responsable de la toma, recolección y transporte de las muestras al laboratorio, conoce las características y requisitos de cada prueba, de modo que debe garantizar que las muestras lleguen oportunamente y con calidad a este.

De la misma manera el profesional tiene el deber de dar instrucciones al paciente, verbales y escritas de acuerdo a una adecuada toma de su muestra, para que estas recolectadas por el en su hogar, se manejen en forma adecuada.

Para finalizar y dando valor al papel protagónico que tiene el personal de enfermería en la promoción y educación para la salud, en pro del buen desenvolvimiento y del bienestar de sus pacientes, es indispensable:

  • Vigilancia y control.
  • Educación del personal a cargo.
  • Informar al paciente del procedimiento a realizar.
  • Implementar el manejo del secreto profesional.
  • Cuidar la salud del individuo en forma personalizada, integral y continua.

Notas

  1. FORBES, Betty; SAHM, Daniel; WEISSFELD, Alice. Bailey & Scott Diagnóstico Microbiológico. 11ed. Buenos Aires: Ed. Médica Panamericana; 2004.
  2. MATAS L; ALONSO-TARRÉS J; ECHEVARRÍA J. Diagnóstico de las enfermedades infecciosas. En: AUSINA, Vicente; MORENO, Santiago. Tratado SEIMC de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica. Madrid: Ed. Médica Panamericana. 2006. pág. 54
  3. KONEMAN, Elmer et al. Diagnóstico Microbiológico: Texto y Atlas Color. 5ed. Buenos Aires: Ed. Médica Panamericana; 1999. p. 112
  4. MATAS L; ALONSO-TARRÉS J; ECHEVARRÍA J. Op. cit., p. 54 – 55.
  5. FORBES, Betty; SAHM, Daniel; WEISSFELD, Alice. Op. cit., p. 100
  6. KONEMAN, Elmer et al. Op. Cit., p 320
  7. FORBES, Betty et al. Op. Cit., p 165
  8. MATAS, L. et al. Op. Cit., p 56.
  9. FORBES, Betty et al. Op. Cit., p 170
  10. KONEMAN,…Op.cit.p?
  11. MATAS L…Op.cit.p.56
  12. KONEMAN.Op.cit.
  13. ESTRADA, M. Santiago. Bioseguridad en el laboratorio de microbiología. En: RESTREPO Ángela et al. Fundamentos Básicos de Medicina. Microbiología de las infecciones humanas. Corporación para Investigaciones Biológicas 2007. p 889 – 899