CÁNCER COLORECTAL

Colonoscopía: Procedimiento para ver si dentro del recto y el colon hay pólipos, áreas anormales o cáncer. Se inserta un colonoscopio (tubo delgado iluminado) a través del recto hasta el colon. Se pueden tomar muestras de pólipos o tejido para una biopsia.

Cáncer colorectal

Colonoscopia. Se inserta un tubo delgado e iluminado a través del ano y el recto hacia el colon para detectar anomalías.

Biopsia: Si se encuentra tejido anormal, el médico necesitará extraer un pedazo pequeño y observarlo a través del microscopio para determinar si hay células cancerosas. Este procedimiento se conoce como biopsia. Por lo general la biopsia se hace durante la proctoscopia o colonoscopia, en el consultorio médico.

Tomografía computarizada (TAC): Procedimiento mediante el cual se toma una serie de fotografías detalladas de áreas internas del cuerpo, desde ángulos diferentes. Las imágenes son creadas por una computadora conectada a una máquina de rayos X. Es posible que al paciente se le inyecte o se le dé a beber un tipo de tintura que sirve para que el órgano o tejido aparezca más claro en la radiografía. Este procedimiento se denomina también tomografía computada, tomografía computadorizada o tomografía axial computarizada.

10. PRONÓSTICO

El pronóstico (posibilidad de recuperación) depende de lo siguiente:

  • El estadio (etapa) del cáncer (si el cáncer se encuentra en el recubrimiento interior del colon solamente, implica todo el colon, o si se ha diseminado a otros lugares del cuerpo).
  • Si el cáncer ha bloqueado o creado un hueco en el colon.
  • Las concentraciones sanguíneas del antígeno carcinoembriónico (ACE; sustancia en la sangre que puede aumentar cuando hay cáncer presente) antes del comienzo del tratamiento.
  • Si el cáncer ha regresado.
  • La salud general del paciente.

Las opciones de tratamiento dependen de lo siguiente: 

  • El estadio del cáncer.
  • Si el cáncer ha regresado.
  • La salud general del paciente.

11. TRATAMIENTO

Los cuatro tipos principales de tratamiento contra el cáncer del colon y recto son la cirugía, la radioterapia, la quimioterapia y la inmunoterapia. Dependiendo de la etapa del cáncer, se pueden combinar dos o hasta los tres tipos de tratamiento, simultáneamente, o uno después del otro.

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Después de que se detecte su cáncer y se determine en qué etapa se encuentra, su médico le recomendará una o más opciones de tratamiento. Es importante que tome el tiempo que necesite para pensar en todas las opciones. Usted tal vez quiera obtener una segunda opinión. Esto puede proporcionarle información adicional y ayudarle a sentirse con más confianza en el plan de tratamiento que elija.

11. A CIRUGÍA

Cirugía del colon

La cirugía es el tratamiento principal contra el cáncer del colon. La operación usual se llama resección segmentaria o colectomía parcial. O colectomía parcial. A usted se le administrarán laxantes y enemas como parte de la preparación para esta cirugía. Justo antes de la cirugía, a usted se le administrará anestesia general, la cual lo pondrá a dormir profundamente. Durante esta cirugía, se extirpa el cáncer, así como un tramo de tejido normal a cada lado del cáncer y los ganglios linfáticos cercanos. Las secciones remanentes del colon se vuelven a conectar. Cuando usted despierte, sentirá algo de dolor y necesitará medicamentos contra el dolor, usualmente morfina, durante uno o dos días. Esta operación rara vez produce problemas graves permanentes de las funciones digestivas. Ocasionalmente, puede necesitarse una colostomía temporal. En una colostomía, se une el colon a la pared abdominal y los residuos fecales son depositados en una bolsa a través de una abertura. Aunque es menos frecuente, a veces podría necesitarse una colostomía permanente. Los pacientes pueden, por lo general, salir del hospital entre 5 y 7 días después de la cirugía, y volver a sus actividades regulares en 6 semanas. Por supuesto, el tiempo de hospitalización y recuperación depende del estado de salud específico de cada paciente.

A veces se pueden extirpar algunos cánceres del colon en su etapa más inicial haciendo la cirugía a través de un colonoscopio. Cuando se practica esta operación, el cirujano no tiene que abrir el abdomen.

Algunos cánceres muy avanzados del colon pueden bloquear el flujo de las heces fecales. Cuando no se pueda extirpar el cáncer, el flujo de heces fecales puede desviarse a una colostomía. Esta operación se llama colostomía de derivación. Si hay un bloqueo, es más probable que haya complicaciones tras la cirugía ya que no se puede limpiar el intestino con enemas, lo que ayudaría a prevenir infecciones. Tampoco se puede hacer una colonoscopia completa.

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En algunas ocasiones, es posible extirpar segmentos del colon y ganglios linfáticos cercanos usando un laparoscopio. Este instrumento es un tubo de visualización largo e iluminado a través del cual el médico puede operar con instrumentos quirúrgicos especiales. El tubo de visualización y los instrumentos quirúrgicos se colocan dentro del abdomen mediante varias incisiones quirúrgicas pequeñas. Las guías de la NCCN recomiendan la colectomía laparoscópica como una opción ya que los estudios clínicos han demostrado que este método es tan eficaz como un la colectomía abdominal.

Cirugía rectal

Existen varios métodos para extirpar o destruir los cánceres del recto. La resección local es una opción para ciertas personas cuyo cáncer rectal se encuentra en la etapa I. Implica el cortar todas las capas del recto para extirpar los cánceres invasivos, así como una parte del tejido rectal normal adyacente. Este procedimiento puede realizarse a través del ano sin necesidad de una incisión abdominal, y el mismo deja el recto intacto. A este procedimiento se le llama «resección transanal». Puesto que es importante que se extirpe completamente el cáncer, la resección local no es una opción para los pacientes cuyo cáncer no pueda extirparse por completo con este procedimiento. Los médicos consideran el tamaño del cáncer, su localización exacta dentro del recto y hasta dónde se extiende en la circunferencia alrededor del recto, a fin de elegir a los pacientes a quienes se les debe practicar una resección local.

Muchos cánceres rectales en etapa I, y la mayoría de los que están en etapas II y III pueden extirparse mediante una resección anterior baja (LA, por sus siglas en inglés) o una resección abdominoperineal. La resección LA se utiliza contra los cánceres localizados cerca de la parte superior del recto, cerca de su punto de conexión con el colon sigmoide. Después de una resección anterior baja, el colon se conecta con la parte inferior del recto y los desechos se eliminan de la forma usual.

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La resección abdominoperineal (AP) se emplea para cánceres localizados en la parte inferior del recto, cerca de su conexión de salida con el ano. También se extirpa el ano ya que el cáncer está cerca de éste. Después de una resección AP, se necesita una colostomía permanente. Algunos pacientes que tienen cáncer rectal en etapa IV deberán hacerse una colostomía de derivación. En esta operación no se extirpa el cáncer rectal que bloquea el flujo de materia fecal, sino que se desvía el bloqueo y se transfiere el flujo de materia fecal hacia una colostomía. A algunos pacientes se les coloca ahora un tubo de metal o plástico (stent) para evitar el bloqueo del colon o el recto si no se puede extirpar el tumor. El procedimiento para calentar el tumor rectal mediante un haz de rayos láser enfocado a través del ano, llamado fotocoagulación, es otra opción para aliviar o prevenir un bloqueo rectal en pacientes con cáncer en etapa IV.

Tratamiento quirúrgico de las metástasis de cáncer colorrectal

Para los pacientes cuyo cáncer colorrectal se ha propagado a unas pocas áreas del hígado, pulmones, o a cualquier otra parte del abdomen, la extirpación de estas metástasis puede curar el cáncer en algunos casos. En otros casos, la destrucción de las metástasis sin cirugía, aunque no es curativa, puede ayudar al paciente a vivir más tiempo. Las metástasis en el hígado también pueden destruirse mediante la congelación del tumor (criocirugía) o por calentamiento con microondas (ablación mediante radiofrecuencia). La sonda de congelación o la sonda de microondas se insertan a través de la piel y se guía hasta el tumor mediante las imágenes de una tomografía computarizada o de una ecografía.