La Boca Anatomía y Fisiología

Numeración Dental (Sistema FDI o Sistema Dígito Dos)

Es el sistema recomendado por Interpol y es el adoptado por la FDI (Federation Dental International).

Este método es el más práctico, pues con un número de dos dígitos se sabe exactamente de qué diente se trata y su ubicación en la arcada.

Para esto las dos arcadas dentarias se dividen en cuatro cuadrantes, que empiezan a numerarse a partir del cuadrante superior derecho en el sentido de las agujas del reloj; este número constituye el primer dígito y nos indica a que cuadrante pertenece el diente.

Para la dentición definitiva, la numeración de las arcadas sería de 1 al 4.

De esta forma queda numerado de la siguiente forma:

1. Corresponde a la hemiarcada superior derecha.

2. Corresponde a la hemiarcada superior izquierda.

3. Corresponde a la hemiarcada inferior izquierda.

4. Corresponde a la hemiarcada inferior derecha.

Las piezas dentales de cada cuadrante se numeran del 1 al 8 de mesial a distal, a partir de la línea media.

1: incisivo central.

2: incisivo lateral.

3: canino.

4: primer premolar.

5: segundo premolar.

6: primer molar.

7: segundo molar.

8: tercer molar.

La fórmula completa para la dentición definitiva es:

La boca

De esta manera, el 23 es el canino superior izquierdo, el 47 es el segundo molar inferior derecho. 

En el caso de la dentición temporal, para el primer dígito que corresponde a las hermiarcadas se emplean los números del 5 al 8; los cuadrantes también se numeran siguiendo las agujas del reloj, a partir del 5, y para el segundo dígito se emplean los números del 1 al 5.

1: incisivo central.

2: incisivo lateral.

3: canino.

4: primer molar.

5: segundo molar.

El odontograma de los dientes temporarios queda de la siguiente manera:

odontograma de los dientes temporarios

En este caso, por ejemplo el 73 es el canino inferior y el 52 es el incisivo lateral superior derecho.

Cuando se emplea el número 9 como segundo dígito está significando un supernumerario.

El primer número corresponde al cuadrante donde está situado el diente.

La Vascularización de los Dientes

Las arterias alveolares superior e inferior, ramas de la arteria maxilar, perfunden tanto los dientes superiores como inferiores. Las venas homó­nimas siguen la misma distribución que las arterias. Los vasos linfáticos de los dientes y de las encías se diri­gen sobre todo a los ganglios linfáticos submandibulares.

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La arteria maxilar, la mayor de las dos ramas terminales de la arteria carótida externa:

  • Nace detrás del cuello de la mandíbula.
  • Se dirige hacia delante, en la profundidad del cuello del cóndilo mandibular (1ª porción o porción mandibular).
  • Sigue un curso superficial o profundo al músculo pteri­goideolateral (porción 2ª o pterigoidea).
  • Desaparece por la fisura pterigomaxilar para introducirse en la fosa infratemporal (porción 3ª o pterigopalatina).

Por lo tanto, la arteria maxilar se divide en tres porciones por el músculo pterigoideo lateral.

Las ramas de la porción 1 ª o mandibular de la arteria maxi­lar son:

  • La arteria auricular profunda para el conducto auditivo externo.
  • La arteria timpánica anterior para la membrana timpánica.
  • La arteria meníngea media para la duramadre y la calota.
  • Las arterias meníngeas accesorias para la cavidad craneal.
  • La arteria alveolar inferior para la mandíbula, las encías y los dientes.

Las ramas de la porción 2ª o pterigoidea de la arteria maxi­lar son:

  • Las arterias temporales profundas, interior y posterior, que perfunden el músculo temporal.
  • Las arterias pterigoideas, que irrigan los músculos pterigoideos.
  • La arteria masetérica, que se distribuye en la cara pro­funda del músculo masetero.
  • La arteria bucal, que perfunde el músculo buccinador.

Las ramas de la porción 3ª o pterigopalatina de la arteria maxilar son:

  • La arteria alveolar posterosuperior (dental), que se dirige a los dientes molares y premolares superiores, la mucosa del seno maxilar y las encías.
  • La arteria infraorbitaria, que perfunde el párpado infe­rior, el saco lacrimal, los lados de la nariz y el labio superior.
  • La arteria palatina descendente, que irriga la encía maxi­lar, las glándulas palatinas y la mucosa del techo de la boca.
  • La arteria del conducto pterigoideo, que irriga la porción superior de la faringe, la trompa faringotimpánica y la cavidad timpánica.
  • La arteria faríngea, que se dirige al techo de la faringe, al seno esfenoidal y a la porción inferior de la trompa faringotimpánica.
  • La arteria esfenopalatina, terminación de la arteria maxilar, que irriga la pared nasal lateral, el tabique nasal y los senos paranasales adyacentes.
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El plexo venoso pterigoideo se encuentra, en parte, entre los músculos temporal y pterigoideo. Este plexo se comunica con la vena facial a través del seno cavernoso.

La Inervación de los Dientes

Los nervios alveolares superior e inferior, ramos de la 2ª y 3ª divisiones del nervio trigémino, respectivamente, se originan en los plexos dentales e inervan los dientes superiores e inferiores.

El Nervio Mandibular: Desciende por el orificio oval has­ta la fosa infratemporal y se divide en ramos sensitivos y motores. Los ramos del nervio mandibular son los nervios auriculotemporal, alveolar inferior, lingual y bucal. Algunos ramos del nervio mandibular inervan asi­mismo los cuatro músculos de la masticación, pero no el buccinador, que depende del nervio facial.

El Ganglio Ótico (parasimpático): Se encuentra en la fosa infratemporal, justo debajo del orificio oval, medial al ner­vio mandibular y detrás del músculo pterigoideo medial. Las fibras parasimpáticas presinápticas, derivadas en su mayor parte del nervio glosofaríngeo, establecen sinapsis en el gan­glio ótico. Las fibras parasimpáticas postsinápticas, con efecto secretor sobre la glándula parótida, se dirigen desde el ganglio ótico hasta esta glándula con el nervio auriculo­temporal.

El Nervio Auriculotemporal: Rodea la arteria meníngea media y se divide en múltiples ramos. El mayor tiene un curso posterior, medial al cuello de la mandíbula, y emite fibras sensitivas para el oído externo y la región temporal. El nervio auriculotemporal también envía fibras articulares para la articulación temporomandibular y fibras parasimpáticas secretomotoras para la glándula parótida.

El Nervio Alveolar Inferior: Entra en el orificio mandi­bular y pasa por el conducto mandibular dando el plexo de­tal inferior, que envía ramos dentales a todos los dientes inferiores de ese lado. Otro ramo del plexo -el nervio mentoniano- atraviesa el orificio mentoniano e iner­va la piel y la mucosa del labio inferior, la piel de la bar­billa y la encía vestibular de los dientes incisivos inferiores.

El Nervio Lingual: Se sitúa delante del nervio alveolar infe­rior; recoge la sensibilidad de los dos ter­cios anteriores de la lengua, el sucio de la boca y las encías linguales. Penetra en la boca entre el músculo pterigoideo medial y la rama de la mandíbula, y se dirige hacia delante bajo la cubierta de la mucosa bucal, justo debajo del 3er molar.

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El Nervio de la Cuerda del Tímpano: Ramo del facial, transporta las fibras del gusto para los dos tercios anteriores de la lengua y se une al nervio lingual en la fosa infratemporal. La cuerda del tímpano también conduce fibras secretomotoras para las glándulas salivares submandibular y sublingual.

Funciones de la Boca

La Articulación Temporomandibular (ATM)

La articulación temporomandibular es una articulación sino­vial de tipo bisagra pero modificada. Las caras articulares son el cóndilo de la mandíbula, el tubérculo articular del hueso temporal y la fosa mandibular. La cápsula articular de esta articulación es laxa. La cápsula fi­brosa se inserta en los bordes de la zona articular sobre el hueso temporal y alrededor del cuello de la mandíbula.

El disco articular divide la articulación en dos com­partimientos. El compartimiento superior se ocupa de los movimientos deslizantes de protrusión y retrusión (trasla­ción); los movimientos de bisagra, con depresión y eleva­ción, suceden en un comportamiento inferior. La porción gruesa de la cápsula articular forma el ligamento lateral intrínseco (ligamento temporomandibular), que refuerza la articulación temporomandibular por los lados; con el tubérculo posglenoideo evita la luxación posterior de esta articulación.

Existen dos ligamentos extrínsecos y un ligamento lateral que comunican la mandíbula con el cráneo. El ligamento estilomandibular en realidad, un engrosamiento de la cápsula fibrosa de la glándula parótida se dirige desde la apófisis estiloides hasta el ángulo de la mandíbula, pero apenas refuerza la articulación. El ligamento esfenomandibular viaja desde la espina del esfenoides hasta la língula de la mandíbula. Se trata del principal soporte pasivo de la mandíbula, si bien el tono de los músculos de la masticación suele soportar el peso mandibular. No obstante, este ligamento actúa como una «bisagra» oscilante para la mandíbula, que sirve tanto de fulcro como de ligamento de sujeción cuando la mandíbula se mueve en la articulación temporomandibular.