TENDENCIAS SUICIDAS EN ESTUDIANTES DE MEDICINA

Cada persona puede tomarlo de manera diferente y puede verlo como algo positivo (una solución) o como un acto negativo (el fin), dependiendo todo esto mucho de la formación que haya recibido el individuo a lo largo de su vida, sus experiencias, de su cultura y de sus costumbres. (14)

Hoy en día, muchas veces el suicidio no es más que en realidad, una estrategia para evitar la vergüenza o el deshonor y, en este sentido es un sustituto del asesinato o el duelo de antaño, (15) pero también puede ser la consecuencia del alterar la estabilidad emocional y sicológica de una persona, ya que por lo general los suicidas son personas rodeadas por estrés, violencia, problemas económicos, desempleo, soledad o depresión, personas que al no encontrar otra salida optan por la más radical.

Los pitagóricos aceptaban el suicidio como una forma de salir del sufrimiento insoportable o enfermedad incurable, (16) se ve entonces aquí, por ejemplo, una aceptación total a la eutanasia, la cual no se observa actualmente en la sociedad colombiana, debido a los amplios debates que surgen entre los médicos, la familia y las leyes. Es muy difícil lograr un acuerdo de opinión entre estos tres elementos, ya que estos debates se han visto a lo largo de la historia y la sociedad va adoptando diferentes posiciones que dependen mucho de la época y la religión.

Como muchos otros aspectos humanos, el suicidio ha despertado a lo largo de la historia sentimientos de temor o fascinación, ha sido considerado como un acto de libertad o de locura y ha suscitado elogios y condenas. Sin embargo los argumentos a favor y en contra del mismo se reiteran a lo largo de los siglos.

En oriente, por ejemplo, el suicidio se consideró durante siglos un acto elogiable, como sucedió con el episodio de suicidios masivos de filósofos seguidores de Confucio, tras ser quemados sus libros sagrados por el Emperador Chi – Koang – Ti, en el Siglo II antes de Cristo. (17)

La severa legislación canónica y las creencias religiosas hicieron que los suicidios se tornaran infrecuentes en toda la edad media y durante el renacimiento castigando el cuerpo de los suicidas y negándoles la sepultura en campo santo. (18)

En el siglo XVIII, el filósofo Hume expresó: «Si no es un crimen que yo cambie el curso del Nilo o el Danubio ¿Dónde está el crimen, en cambiar la dirección de unos cuántos litros de sangre? (19)

A finales del siglo XIX, comienza la era moderna en la interpretación del suicidio, con los trabajos de Durkheim y Freud. Durkheim realiza un enfoque sociológico del suicidio y plantea que es el resultado de la fortaleza o la debilidad del control de la sociedad sobre el individuo. (20)

5.2 TIPOLOGÍA DEL SUICIDIO

  • Suicidio consumado: Conducta autodestructiva y autoinfligida que acaba con la muerte de la persona que lo lleva a cabo. Esto puede ser considerado como un éxito o un fracaso quienes juzgan son los que quedan y quienes son marcados con el acto suicida, ya que las consecuencias se manifiestan según la estructura cultural y social de estas personas.
  • Suicidio frustrado: Suicidio que no llega a consumarse porque un imprevisto (algo con lo que no contaba el sujeto) lo interrumpe o no llega a un desenlace fatal debido a la atención rápida del individuo. Aquí es donde surgen preguntas como: ¿Vale la pena salvar a aquella persona que quiere morir? ¿Quién es el dueño de su propia vida? ¿Qué debemos hacer ante un caso suicida?, la respuesta a estas preguntas son múltiples y cada quien tendría alguna razón para defender o rechazar el suicidio. Es importante tener en cuenta ante personales y colectivos de aquella persona e identificar los factores predisponentes.
  • Suicidio Altruista, el egoísta y el anónimo: Durkheim plantea que es el resultado de la fortaleza o la debilidad del control de la sociedad sobre el individuo. Así define tres tipos: El suicidio altruista que es literalmente pedido por la sociedad, debido a su cultura, normas y costumbres; el egoísta, en el que la persona tiene pocos lazos con la comunidad, vive sola, no tiene familia ni grupo social o institución con quien relacionarse, y el anónimo que se produce por una repentina ruptura en relación habitual entre la sociedad y el individuo, como la pérdida de seres queridos, propiedades, prestigio, etc. Es importante tener en cuenta la interacción social del individuo, pero no debe ser la única causa de la existencia, no se debe perder la individualidad de la persona, hay que tener en cuenta también los problemas depresivos y la madurez psicológica del individuo. El psicoanálisis hay una sicopatología individual donde se reconocen la neurosis – histeria, obsesión, la psicosis – paranoia, esquizofrenia, melancolía, autismo y la perversión; pero estas categorías en rigor, no son aplicables a una colectividad en primer lugar, porque en ámbitos distintos al de la clínica individual toman acepciones muchas veces segregativas y pierden su rigor disciplinario, y en segundo lugar porque el psiquismo individual no es transferible, tal cual, al psiquismo colectivo. No hay inconsciente colectivo ni psicopatologías colectivas. No obstante, hay una psicología social; la paradoja reside en que, para Freud ésta no es muy diferente de la psicología individual, por cuanto en las colectividades se reconocen fenómenos psicológicos (21). Además la fuerza de la sociedad sobre nosotros radica en el hecho de haber sido aprobada por una mayoría, y las mayorías no son una garantía infalible de que sea lo correcto.
  • Suicido ampliado: Es aquel en el que se arrastra a la muerte a otro que no desea morir. Por ejemplo: Madre con una depresión nihilista que asesina a su hijo para evitarle «los sufrimientos que la vida conlleva (22). En este caso las consecuencias del suicidio son más graves y profundas, se nota la pérdida no sol del valor de la propia vida sino también el de las demás personas. El individuo se vuelve un ser sin culpa, sin pena y remordimiento con la capacidad de producir daños desastrosos en la sociedad.
  • Suicidio por desesperación: Es el que ocurre en el marco de una situación con gran repercusión afectiva en sujetos con poca tolerancia a las frustraciones. Por ejemplo fracaso amorosos y pérdida de un ser querido. Aquí se manifiesta el fracaso de un individuo y de la comunidad porque se demuestra la situación de crisis en el grupo social, en el familiar y en el personal debido a la poca preparación de la sociedad ante fenómenos estresantes y la posibilidad de alternativas de solución.
  • Suicidio por miedo: Se trata de evitar una situación muy temida. Por ejemplo, pérdida de la virginidad en familias moralistas. Se pierde el sentido de prioridades y la búsqueda de soluciones.
  • Suicidio por vergüenza o chantaje: El suicida, con su muerte, pretende castigar a otros. Por ejemplo: Persona histérica que frente a un conflicto se suicida dejando una nota que inculpa al amante. En esta situación reina el odio, la protesta, la rebeldía, la ansiedad, la violencia contra el otro. Y al final de cuentas el objeto en que se concreta la venganza es el mismo sujeto.
  • Suicidio por sacrificio: La muerte tiene una finalidad política, religiosa. Por ejemplo un líder que se quita la vida mientras denuncia la corrupción administrativa y política del régimen existente. En algunos casos se llega a concretar el propósito, pero quien garantiza el cambio, no se da la oportunidad a la sociedad de generar alternativas viables y efectivas.
  • Suicidio y violencia: El suicidio es el acto de violencia más fuerte porque es autodestructiva (23). Las víctimas son varias. En primer término es una violencia contra uno mismo, porque va en contra de la naturaleza que lo inclina a sobrevivir. En segundo lugar es una violencia contra unas víctimas claras, escogidas: El suicidio es un mensaje para ellos y por último, es una violencia contra la sociedad, a la que el suicida le lanzó encima un mensaje agresivo y doloroso que grita: «Prefería morir antes que soportar la sociedad y la vida y nadie hizo nada para que eso no pasara» El suicidio es de carácter violento porque ocurre lo mismo que en las masacres o en las guerras, no otra cosa que el ritual de acabar con el alma de quienes rodean al suicida, creando una atmósfera de desconcierto y desconfianza. Además está el elemento de culpa que queda impregnado en todos los rincones que habitan las víctimas.
  • Suicidio no violento: Es el suicidio lento y enmascarado que se lleva a cabo a través de métodos no violentos como por ejemplo: La anorexia y bulimia, en las cuales se puede estar ocultando un suicidio como enfermedad.
  • Suicidio como accidente: Se pueden presentar casos en los cuales un accidente puede ocultar un suicidio o un suicidio que puede ser considerado accidente. Por ejemplo: El caso del joven adolescente que por intento de llamar la atención ingiere una cantidad de medicamentos, pero por error toma una dosis letal y muere, o el caso de la persona que se quiere suicidar y se tira frente a un vehículo haciéndolo parecer un accidente. Cuántos problemas de coche, problemas de alcohol, enfermedades, drogas, etc., no son sino modos encubiertos de suicidio (24).
  • Suicidio como solución: En muchas ocasiones, el suicidio es una petición de ayuda, una llamada de atención, el intento de encontrar a alguien que salve al sujeto de una situación insufrible, el deseo de encontrar una puerta, una salida (25).
  • El suicidio colectivo: La conducta autodestructiva la llevan a cabo varias personas a la vez. En este tipo de suicidios lo normal es que una persona del grupo sea la inductora y el resto los dependientes. Entre los adolescentes, no se puede hablar de suicidio colectivo, lo que más se presentan son suicidios en cadena: Pasa uno y otro y otro, esto sucede por imitación, como si el primero le diera la autorización a los demás de hacerlo (26).
  • Suicidio asistido: En el suicidio asistido el médico facilita el medio, por ejemplo una inyección de barbitúrico para que el paciente le tenga disponible y decida cuando aplicarlos.
  • Suicidio como síntoma: Se trata de una muerte que no ha debido ocurrir. Este sujeto se suicida en medio de un estado depresivo, busca poner en escena su odio al objeto, sin saber con claridad el motivo por el cual busca su propia muerte (27).
  • Suicidio radical: En este acto suicida existe una buena razón para morir. No se encuentra desesperanza, ni el vínculo dramático de odio al otro y luego así mismo. El deseo de ser el deseo del otro está intacto. El deseo de ser amado está satisfecho. No hay desesperanza ni desvalorización personal. Sin embargo el sujeto tiene un claro deseo de morir y una lógica de su muerte. Su acto está fundamentado en el pasaje al acto, en donde existe un acto con sujeto. (28)
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5.3. FACTORES DE RIESGO

El suicidio no es causado por ningún factor individual, sino más bien, por una combinación de factores. Son múltiples los factores que pueden llevar a una persona a tener una ideación suicida. Por ejemplo las necesidades insatisfechas, los sentimientos de desesperanza y desamparo, enfermedades físicas, desventajas sociales, trastornos psiquiátricos, predisposición genética y antecedentes familiares de suicidio (29). Además hay que tener en cuenta los rasgos del carácter del individuo, su capacidad para enfrentarse a las situaciones, el apoyo social y los acontecimientos de la vida (30).

5.3.1. FACTORES SOCIALES

En general, la frecuencia de suicidio tiende a ser mayor en edades más avanzadas. En estas personas cerca del 90% de los que cometen suicidio tienen un trastorno mental, generalmente depresión o alcoholismo, sufren de dolor físico, y permanece la mayor parte del tiempo solitarios (31).

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Los hombres en todas las edades se suicidan más frecuentemente que las mujeres. La proporción varía de 2 a 1 hasta 7 a 1. Igualmente, los hombres usan métodos más violentos para suicidarse como por ejemplo ahorcarse, dispararse y saltar de alturas, Las mujeres usan más frecuentemente tóxicos o ahogarse en el agua (32).

En cuanto al área geográfica, el suicidio es más frecuente en áreas urbanas que rurales. También es más alto en inmigrantes que en personas nativas del lugar y en personas de raza blanca que negra. En general, existe mayor riesgo de suicidio en los solteros, quienes tienen una vida social poco organizada, viven solitarios, tienen historia de drogadicción o son homosexuales.

En cuanto a factores predictivos de suicidio, se ha descrito que el mayor factor es el haber tenido previos intentos de suicidio, con una asociación lineal de acuerdo al número de intentos en la vida. De igual manera, el grado de letalidad del intento se ha podido predecir por el número de intentos en la vida, la edad de la víctima y el grado de disforia previa.

Aunque existen factores de riesgo comunes en la mayoría de las poblaciones, se han descrito algunas diferencias en cuanto a la presentación en ciertos grupos étnicos. Por ejemplo, en Afro americanos el suicidio está asociado con síntomas depresivos, baja autoestima, y subvaloración de la figura paterna o del profesor. En cambio, en Hispano-Americanos, el suicidio está asociado al grado de aculturación.

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A nivel local, en un estudio retrospectivo llevado a cabo en Medellín en 1983 se encontraron los siguientes factores de riesgo para suicidio: Estar soltero, vivir en el área metropolitana, tener historia de alcoholismo, perder a alguien importante, tener problemas en el trabajo, tener historia familiar de trastornos siquiátricas y vivir en la pobreza (33).

5.3.1.1. Las Estadísticas

Partiendo del hecho estadístico de que el suicidio ha ido aumentando con el pasar del tiempo se concluye que el cambio de vida brusco al que se han visto sometidas muchas comunidades con la industrialización y paso de una vida rural (En la que se puede ser autosuficiente viviendo del producto de la tierra) a una vida asalariada. Se considera una de las principales causas de aumento de suicidios, ya que esta situación hace que muchas personas se sientan inútiles, incapaces o desesperadas.

También se ha considerado como una causa del aumento de las cifras de suicidios, los errores estadísticos que se tenían antes, al no poder acceder a toda la población, por su ubicación geográfica o por el recelo religioso que se maneja sobre este tema.

En Colombia en el año 2001, se suicidaron 2056 personas, de las cuales 270 fueron en Antioquia y 125 en Medellín (34). En Colombia sucede un suicidio cada cuatro horas y esto comparándolo con cifras de años anteriores, quiere decir que se ha duplicado la incidencia de suicidio sobre todo en sectores citadinos. El suicidio se está incrementando a nivel global. La OMS ha reportado mil suicidios al día en el mundo. En Europa, se ha constituido en la segunda causa más común de muerte, entre los 15 y 44 años. España presenta 4.5 suicidios por cada 100.000 habitantes y en EEUU hay un promedio de 32.000 suicidios por año. (35)

La situación de los adolescentes es considerable. En 1997 el 38% de los suicidios en el país fluctuaba en personas entre 15 y 24 años, por cada uno de ellos pudo haber unos diez intentos fallidos y cuatro suicidios no consignados en las estadísticas. De la cifra anterior, el 69% correspondía a edades entre los 15 y 17 años y el 31% a niños entre los 5 y 14 años. Del total de la cifra, solo entre el 12% y el 15% de los suicidas tenían trastornos mentales». Este último dato, relativo a un porcentaje mínimo de trastornos mentales, llama a reflexionar sobre la existencia de factores exógenos que precipitan la determinación de auto eliminarse.

Dados los factores analizados, los adolescentes son más vulnerables, y circunstancias como el estrés, la confusión y dudas sobre sí mismos, los problemas familiares, las presiones para lograr éxitos, una desesperanza generalizada, sentimientos de impotencia e incapacidad, escasa introyección de la normatividad social, la violencia generalizada o los situación económica, así como la marcada influencia de corrientes decadentes a través de los medios de comunicación, se han convertido en estimulantes de esta problemática.

Los países subdesarrollados manejan cifras inferiores de suicidio con respecto a los países desarrollados, debido a que los pobladores de los primeros se encuentran acostumbrados a vivir con la miseria y en condiciones difíciles, por tanto estas personas se hacen fuertes y soportan más presión.

Se consideran las guerras como otra causa de disminución de los suicidios debido a que muchos de los suicidas se enlistan y su muerte pasa de ser tomada como un suicidio a ser vista como consecuencia de la guerra.

El aspecto demográfico influye también en el índice de suicidios ya que para la década de los 80 en Europa, el 90% de los nacidos podía esperar llegar a los 60 años, mientras en las sociedades tradicionales solo un 15% de la población alcanzaba esta edad, la naturaleza realizaba una selección natural, actualmente con tantos adelantos tecnológicos y médicos cada persona logra vivir más tiempo, además con la efectividad en el manejo de las urgencias, se logra salvar a muchos más suicidas.

Se sabe que el número de suicidas ha aumentado a través del tiempo y esto es muy lógico debido a los cambios que está sufriendo la humanidad, al cambio de cultura y costumbres, a la modernización, a verse obligado a cambiar la compañía de otra persona por una imaginaria, al aumento del estrés, a la esclavitud de las modas y del dinero y principalmente debido a los conflictos sociales que afrontamos en la actualidad.